Aguacate
El aguacate es la fruta madre. Es el alimento más parecido del planeta a la leche materna y tiene muchas cualidades nutritivas.
Aunque la piel de la mayoría de los aguacates no es comestible, está cargada de cientos de compuestos fitoquímicos no descubiertos, muchos de los cuales se infunden en la pulpa del aguacate a medida que crece. Algunos de estos fitoquímicos son los isotiocianatos, que intervienen en el color de la pulpa de color amarillo verdoso y ayudan a restaurar el revestimiento del estómago y los intestinos.
Cuando sufres de trastornos digestivos de cualquier tipo, los aguacates pueden venir al rescate. Fácil de digerir, su pulpa cremosa es un calmante intestinal para quienes tienen sensibilidad alimentaria, enfermedad de Crohn, colitis o síndrome del intestino irritable. Los aguacates poseen compuestos antiinflamatorios que tienen una cualidad similar a la aspirina sin diluir la sangre; esto reduce el estrechamiento y la hinchazón del tracto digestivo. Esta fruta también tiene propiedades reductoras de pólipos, ayudándote a prevenir o eliminar estos pequeños crecimientos del revestimiento intestinal.
Los aguacates también son fantásticos para el cerebro. Son una fuente saludable de ácidos grasos omega-6 y pueden ayudar a restaurar el sistema nervioso central y ayudar con el Alzheimer y la demencia.
Comer aguacates también tiene un efecto antienvejecimiento en la piel, reduciendo la sequedad, brindándole un brillo saludable y contribuyendo a la desaparición de las ojeras. También contienen agentes antirradiación que son fitoestrogénicos.
Cómo utilizar:
Disfrute del aguacate solo, en ensaladas, guacamole, aderezos y salsas.
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