Calabaza de invierno

La calabaza de invierno es un alimento muy nutritivo y alcalino, rico en fitonutrientes y antioxidantes. Las variedades de calabaza de invierno incluyen Butternut, Acorn, Delicata, Kabocha, Kuri, Buttercup, Spaghetti, Hubbard, Golden Nugget y Sweet Dumpling. Cada uno es único. Diviértete probando las diferentes variedades y encontrando las que más te gusten. 

La calabaza de invierno es fácil de digerir y es un excelente remedio para la acidosis y las afecciones del estómago, el bazo, el hígado y la sangre. Es maravillosamente rico en vitaminas A, E, C, complejo B y betacaroteno, hierro, zinc, calcio y potasio, que son vitales para un sistema inmunológico y nervioso sano y fuerte. Los carotenoides son especialmente beneficiosos para la protección contra enfermedades cardíacas, cáncer de mama y degeneración macular. 

También se sabe que la calabaza de invierno ayuda a reducir la inflamación, lo cual es excelente para afecciones como el asma, la fibromialgia y la artritis. Es un alimento bajo en calorías y sin grasa, pero rico en nutrientes, lo que lo convierte en una opción ideal para cualquier programa nutricional o de pérdida de peso. La calabaza de invierno se puede comer salada con especias como pimienta negra, curry en polvo o ají, o se puede endulzar con un toque de jarabe de arce o miel con especias como canela y nuez moscada para obtener un delicioso manjar. 

Sus cualidades cremosas y reconfortantes pueden ayudar a satisfacer una variedad de antojos y al mismo tiempo nutrir adecuadamente el cuerpo y el alma. La calabaza de invierno se puede cocinar al vapor, hornear, asar, hacer puré como si fuera papa o mezclarla en una sopa. Las semillas de calabaza de invierno también son comestibles y se pueden secar o tostar de manera similar a las semillas de calabaza y son ricas en proteínas, vitaminas, minerales y aminoácidos como el triptófano, que ayuda a promover un sueño nocturno saludable.