Cebollín

Las cebolletas contienen compuestos nutricionales que son vitales para la salud ósea y neurológica y pueden ayudar a prevenir la osteoporosis y la enfermedad de Alzheimer. También tienen una cantidad excepcional de vitamina A y otros antioxidantes como los carotenos y la luteína que ayudan a proteger el cuerpo de una variedad de tipos de cáncer. Las cebolletas contienen un compuesto curativo llamado alicina que tiene propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas.

La alicina también tiene la capacidad de ayudar a reducir el colesterol, disminuir la presión arterial y ayudar a disminuir el riesgo de enfermedad arterial coronaria, enfermedad vascular periférica y accidente cerebrovascular. El aceite que contiene azufre en las cebolletas proporciona poderosas capacidades antisépticas sin ninguna de las tendencias perturbadoras de la digestión que el resto de la familia de la cebolla puede crear. También se sabe que las cebolletas ayudan a desarrollar el sistema inmunológico, combaten la fermentación intestinal y estimulan la función estomacal y hepática.

Son especialmente beneficiosos para quienes padecen inflamación y trastornos autoinmunes como fibromialgia, bursitis, fatiga crónica, problemas suprarrenales, herpes zóster, virus de Epstein Barr y vértigo. Las cebolletas también son una excelente fuente de folato, que es esencial para la mujer antes y durante el embarazo. Las cebolletas se pueden cultivar fácilmente en interiores o exteriores y son una adición sencilla, sabrosa y saludable a cualquier ensalada, guacamole, patata, arroz, sopa o plato de verduras.