Dientes de leon

Las hojas de diente de león están repletas de vitaminas y minerales como la vitamina A, C, E y K, y calcio, hierro, zinc y magnesio. Las hojas de diente de león también contienen aproximadamente un 14% de proteína, que es MÁS proteína por porción que las espinacas, el alimento favorito de Popeye para desarrollar músculos. Las hojas de diente de león son especialmente beneficiosas para el hígado y ayudan a eliminar toxinas y remineralizar el cuerpo. 

Su alto contenido en betacaroteno y flavonoides también beneficia al sistema inmunológico y al sistema cardiovascular. Las hojas de diente de león también son una de las fuentes más ricas de vitamina K de origen vegetal, que es esencial para la salud ósea y neurológica, y de vitamina A, que es vital para la salud de los ojos y la piel. Las hojas de diente de león se pueden encontrar en la mayoría de las tiendas naturistas y mercados de agricultores, pero también se pueden encontrar en los meses de primavera y principios del verano en su propio patio trasero. 

Solo asegúrese de que no hayan sido rociados con ningún pesticida y lávelos con agua fría antes de usarlos. Las hojas también se pueden secar y luego utilizar como té medicinal. Las sumidades de las flores amarillas y la raíz principal también son comestibles y están llenas de nutrientes y se analizarán más a fondo en una publicación separada. Intente agregar algunas hojas de diente de león a su sopa, ensalada, jugo verde o batido. También se pueden cocinar al vapor con ajo y jengibre y rociar con un poco de aceite de oliva virgen extra.