Madreselva

La madreselva es una flor medicinal que ha sido venerada durante miles de años por sus propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, calmantes y relajantes. Es un potente desintoxicante y se sabe que elimina rápidamente los venenos y el calor del cuerpo.

La madreselva también es muy útil para problemas respiratorios como bronquitis, EPOC, asma, tos y resfriados, y actúa como expectorante y emoliente para ayudar a despejar y calmar las vías respiratorias. También se sabe que la madreselva ayuda a tratar la diarrea, la gastroenteritis crónica, la fiebre, las infecciones del tracto urinario, los trastornos digestivos, las úlceras y las infecciones de la piel.

Es muy beneficioso para combatir las bacterias que causan la faringitis estreptocócica, la tuberculosis y la intoxicación por salmonella y para ayudar a aliviar los dolores de cabeza y las náuseas. Las propiedades antiinflamatorias y diuréticas de la madreselva la hacen particularmente buena para quienes padecen enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn, la fibromialgia, el lupus, la bursitis y el síndrome de fatiga crónica o quienes padecen edema, hinchazón y retención de líquidos.

La madreselva a menudo se prepara como un té con 1 cucharadita de hierba seca en 1 taza de agua. Vierte agua hirviendo sobre la hierba y deja reposar durante 10 minutos o más y endulce con miel cruda si lo desea. El aceite esencial de madreselva es una adición popular a los aceites de masaje, jabones, cremas y vaporizadores, ya que se sabe que ayuda a relajar y calmar el cuerpo, la mente y el alma.

La crema de madreselva también es muy beneficiosa para el eccema, la psoriasis, la erupción cutánea, la rosácea, así como para la prevención del envejecimiento y las arrugas. También se encuentra comúnmente en productos para el cuidado del cabello debido a su capacidad para agregar volumen, brillo y elasticidad al cabello, así como para mantener el cuero cabelludo sano y limpio.